República Dominicana celebra un hito cultural con el reciente reconocimiento del casabe como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. Este alimento ancestral, profundamente arraigado en las tradiciones del país, encuentra su origen en la provincia de Santiago Rodríguez, un rincón donde la historia y la cultura se entrelazan en cada fibra de la yuca.
El casabe, elaborado artesanalmente a partir de yuca, es un legado directo de los taínos, los habitantes originarios de la isla. Este alimento milenario, que alguna vez fue una solución de supervivencia, se ha transformado en un símbolo de identidad cultural para varias naciones del Caribe y América Latina, incluidas Venezuela, Cuba, Haití y Honduras.
La técnica de preparación, transmitida de generación en generación, refleja la creatividad y el ingenio de los taínos. A pesar de los avances tecnológicos, las comunidades han conservado los métodos tradicionales, asegurando que el sabor y la esencia del casabe permanezcan intactos. Este esfuerzo constante ha convertido al casabe en un testimonio vivo de la resiliencia y la riqueza cultural de los pueblos caribeños.
En Santiago Rodríguez, considerada la cuna del casabe en República Dominicana, pequeños productores mantienen viva esta tradición. El proceso, desde la cosecha de la yuca hasta la cocción del casabe en hornos de barro, no solo es un arte, sino también una expresión de la conexión íntima entre el hombre y la tierra.
El reconocimiento de la UNESCO resalta no solo el valor gastronómico del casabe, sino también su importancia como símbolo de identidad y unidad cultural en la región. Este logro invita a las generaciones presentes y futuras a proteger y enaltecer este patrimonio, asegurando que el casabe continúe siendo parte esencial de la cultura dominicana.
Con este nombramiento, República Dominicana reafirma su compromiso con la preservación de sus tradiciones y celebra un alimento que, más allá de sus características culinarias, es un puente entre el pasado y el presente.
La Casa Fortaleza de Ponce de León, ubicada en San Rafael de Yuma, provincia La Altagracia, fue un punto clave para la exportación de casabe durante la época colonial. Este alimento, que no se dañaba como la harina, se utilizaba para abastecer los barcos que regresaban a Europa. Construida entre 1505 y 1506, esta edificación renacentista, hoy museo, es considerada una joya arquitectónica y un testimonio del papel histórico de República Dominicana en las rutas comerciales del Nuevo Mundo.
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